Hombre cabal, hombre justo,
Equilibrado y autentico,
Fuerte, enteramente libre,
Dueño de si, un hombre entero.
Es un cielo, yo le admiro,
No sabe cuanto le quiero,
Por su gran humanidad,
Por su humildad y silencio,
Por su fe inconmensurable
Y porque se hizo pequeño.
Santo es poco, era un santazo,
El más grande y el más bueno.
Sirve al otro como a Dios,
Con el corazón entero.
Y el otro era Dios, Dios mismo,
Era su hijo y su pequeño,
Y el otro era Dios oculto,
Su mujer y su Misterio.
Gracias, José de la guarda,
Por tu amor y tú desvelo.
Eres, con tu esposa y tu hijo,
Lo mejor que tiene el cielo.
Mariam G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario